Puede parecer de perogrullo pero no está de más empezar por indicar que originalmente una instalación segura es aquella que no comporta riesgos físicos para las personas que se encuentran en su área de influencia. Es decir no existe la posibilidad de atrapamientos, golpes, caídas a diferente nivel, contactos eléctricos, etc. aunque por descuido se acceda a la zona supuestamente segura.
Como ejercicio mental suelo decir que si un niño paseara por la instalación no debería poder sufrir un accidente, por lo que debemos observar inicialmente los detalles que aseguren que no pueda ocurrir por el mero hecho de «pasar» junto a la maquinaria un accidente, sin entrar en los problemas que puedan ocurrir con el funcionamiento habitual ya que esto corresponde al análisis de riesgos que debe efectuarse para evaluar la categoría de seguridad a la que debe corresponder la maquinaria o la instalación.
Hay que recordar que el riesgo de que se produzca un accidente es el resultado de la gravedad del daño por la probabilidad existente(teniendo en cuenta la frecuencia y duración de la exposición al peligro).
Si empezamos por la normativa más antigua para la evaluación de riesgos y determinar la categoría de la instalación EN954-1 en la que de forma más o menos subjetiva se evaluaba la gravedad de las lesiones, la posibilidad de evitar la exposición al peligro y la frecuencia en el que se daba esa exposición. La famosa tabla siguiente era la que debía seguirse para obtener el tipo de material de seguridad necesario en la fase de diseño:
Donde la selección correspondería con los siguientes supuestos:
S1 se determina si la gravedad en caso de incidencia es baja
S2 en el caso de que pueda llegar a ser un accidente grave
F1 si la exposición es de poca frecuencia (por ejemplo máquinas muy automáticas donde las alineaciones/extracciones de producto no se realizan de forma manual)
F2 en el caso contrario al anterior (prensas con alimentación manual)
P1 para la opción de poder evitarse la exposición al peligro (por ejemplo colocando vallados que impidan el acceso a la zona de peligro)
P2 si ya es muy difícil impedir el acceso para el funcionamiento habitual de la instalación o máquina.
El resultado final nos dará una categoría que irá desde el PLa (la más ligera) hasta el PLe(la más exigente y restrictiva). Corresponde con las antiguas categorías B hasta 4. Con este análisis determinamos el tipo de componente eléctrico de protección que debemos usar.
Pero nos podemos preguntar que diferencia puede haber entre una seta de paro de emergencia de categoría PLb y otra de PLe cuando físicamente son iguales, la respuesta requiere una ampliación de los conceptos expuestos hasta ahora en esta explicación y lo haremos en la próxima.